El papel crucial de los ciclos combinados en la recuperación de la red eléctrica

El sector gasista ha demostrado su importancia en la recuperación del sistema eléctrico español tras el apagón del 28 de abril. Los ciclos combinados de gas, que alcanzaron un pico del 48% de la generación eléctrica durante la fase de recuperación, han sido fundamentales para garantizar la seguridad y estabilidad energética. Joan Batalla, presidente de Sedigas, destacó en una rueda de prensa la «firmeza y flexibilidad» de esta tecnología en momentos críticos.
En las horas posteriores al apagón, los ciclos combinados aportaron hasta el 48% de la generación eléctrica, con un pico registrado a las 6:30 horas del 29 de abril y un promedio del 36,5% durante ese día. «La seguridad del suministro a menudo se da por sentada, pero en eventos excepcionales como este, se valora la contribución de cada tecnología», afirmó Batalla. Este papel ya se había evidenciado en diciembre de 2024, cuando los ciclos combinados cubrieron el 85% de la demanda eléctrica durante días de temperaturas extremas, alcanzando un récord de 1.671 GWh.
Batalla también advirtió sobre la necesidad de garantizar la viabilidad económica de los ciclos combinados, diseñados para operar 4.000 horas al año, pero que actualmente funcionan en un régimen de arranque-parada de apenas 1.000 horas, lo que incrementa sus costes de mantenimiento. Propuso la implementación de mercados de capacidad, una iniciativa que el Ministerio para la Transición Ecológica ya está desarrollando y que cuenta con el respaldo del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que prevé mantener los 26,6 GW de potencia de ciclos combinados hasta 2030. «El PNIEC reconoce claramente el papel de los ciclos en la descarbonización y la seguridad del suministro», señaló.

Gases renovables

Naiara Ortiz, secretaria general de Sedigas, destacó el potencial de los gases renovables, como el biometano y el hidrógeno, para avanzar en la descarbonización sin comprometer la competitividad industrial. España tiene un potencial de 163 TWh anuales de biometano, suficiente para cubrir el 50% de la demanda actual de gas natural. Sin embargo, la producción actual apenas representa el 0,1%, con solo 11 plantas inyectando 315 GWh en 2024. Ortiz calificó de «poco ambiciosa» la meta del PNIEC de 20 TWh para 2030, frente a las 685 instalaciones y 29 TWh proyectados por el sector. «Estamos lejos de los objetivos, pero esperamos un crecimiento exponencial en 2025-2027», afirmó, destacando los avances regulatorios y las ayudas de 150 millones de euros del IDAE.
En el ámbito del hidrógeno renovable, Ortiz subrayó el posicionamiento de España como futuro ‘hub’ europeo, con proyectos como la red troncal de Enagás, que conectará regiones clave y cuenta con financiación europea al 100%. Además, tres proyectos españoles fueron seleccionados en la primera subasta del Banco Europeo de Hidrógeno, representando el 7,3% del total.

Segundo país en recarga de GNL

El sector gasista también celebró la robustez del sistema en 2024, con una disponibilidad del 100% pese a fenómenos como la DANA, y el rol estratégico y la exportación de 34,5 TWh de gas natural, consolidando a España como el segundo país europeo en recarga de GNL, solo por detrás de Bélgica. En 2024, la demanda de gas convencional alcanzó 237,1 TWh, impulsada por un aumento del 4,2% en el consumo industrial. Además, los almacenamientos subterráneos alcanzaron el 100% en agosto, superando con antelación los objetivos de la UE.
En el contexto geopolítico, España ha reducido significativamente su dependencia del gas ruso (13% en 2025, frente al 45% europeo en 2021), con Argelia y Estados Unidos como principales proveedores (32% cada uno). «Nuestra infraestructura de siete plantas de regasificación y 100.000 km de redes nos ha permitido garantizar el suministro interno y contribuir a la seguridad energética de Europa», destacó Batalla.
A pesar de los avances, Sedigas instó a flexibilizar las obligaciones de llenado de almacenamientos para minimizar el impacto económico en la industria y a agilizar los permisos para el biometano, cuya tramitación puede demorar tres años. «Necesitamos un marco regulatorio que facilite la integración de gases renovables y mercados de capacidad que aseguren la viabilidad de los ciclos combinados», concluyó Batalla, subrayando la importancia de combinar electrificación y gases renovables para lograr una descarbonización efectiva y competitiva.